No siempre es fácil ver el trabajo propio desde una perspectiva ajena, tratar de ser el espectador que se topa con lo que estamos intentando presentar, esta es una obra que presenté hace un año y voy a tratar de desglosarla como un cinéfilo desentraña los secretos de sus filmes favoritos.
Este es un dibujo de la entrada a un cuarto oscuro de foto donde se está proyectando el vídeo
Al abrir la puerta se entreve lo que hay dentro del cuarto, pero al cerrar la puerta se aprecia en su totalidad lo que está rodando, me recuerda un poco a las exhibiciones de las primeras imágenes en movimiento.
Esto es lo que se ve cuando se ingresa al cuarto sin cerrarse aún la puerta.
Esto es lo que suena mientras un vídeo apenas visible es proyectado por una especie de linterna mágica, a veces se apaga el vídeo y queda todo completamente a oscuras.
El paisaje es representado por el sonido en lugar de la imagen, lo que se proyecta no tiene mucha relación con lo que se oye pero de alguna forma está confrontando lo que vemos con lo que percibimos.
Es muy interesante la reflexión del trabajo sobre nuestra capacidad de imaginación con elementos que la pueden activar, un sonido una sugerencia, el aislamiento de lo que nos distrae...
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